Historia
El 10 de septiembre de 1920, el quinto Arzobispo de Guadalajara, Francisco Orozco y Jiménez, desmembró a esta Parroquia de la del Dulce Nombre de Jesús, siendo su primer Párroco el señor Cura José L. Macías y Romo.

El 31 de marzo de 1930, cambió la sede parroquial; de estar en Mezquitán, pasó a una capilla o vicaría cercana, a la que se le nombró comúnmente como la Capilla del Llanito, perteneciente a la Parroquia del Dulce Nombre.

Fue hasta el 2 de septiembre de 1931 cuando cambió a La Sagrada Familia, lo que hace suponer que a algún Párroco le regalaron las imágenes de la Sagrada Familia, y por ese motivo solicitó que la Parroquia llevara ese nombre y patronazgo.

El Cardenal José Garibi Rivera pidió, entonces, que las imágenes fueran colocadas en el espacio más alto, donde se encuentran en la actualidad. En ese entonces, la iglesia se hallaba en los confines de la ciudad, rodeada de barrancos y llanos. De hecho, antiguos feligreses recuerdan aún cómo era en aquellos tiempos: un templo ubicado en las orillas de Guadalajara.